Entrevista a Vicky en el Diario Vasco

Lo primero que salta a la vista al encontrase con Vicky Gómez es que la fama que le ha procurado Fama, valga la redundancia, no se le ha subido a la cabeza. Esta salmantina que superó a miles de aspirantes en el casting de la primera edición y se hizo con el triunfo del programa de Cuatro, tiene los pies sobre la tierra. Gracias a esos pies, que se deslizan con increíble ritmo y habilidad sobre la tarima de la escuela Pauso-K, Vicky aprovecha el tirón mediático para labrarse un futuro en el mundo de la danza. A eso aspiraba cuando llegó al programa y es lo que, por ahora, está consiguiendo.

- ¿Cómo ha cambiado su vida después de participar en Fama?

- Ha sido un cambio radical. Antes de entrar en Fama, yo me estaba formando como bailarina y hacía alguna cosita, pero no estaba metida en el mundo profesional. Al salir, se me han abierto muchas puertas. Es un lanzamiento y una oportunidad estupenda para impartir clases, hacer bolos, actuaciones, publicidad... Estoy presentando un programa infantil en Cartoon Network y tengo un proyecto con varios compañeros de Fama, que está a punto de salir.

- En pocos meses, usted pasó de ser una desconocida a que la aclamen miles de personas en un polideportivo. ¿Como se vive eso?

- Se te ponen los pelos de punta. En la gira que hicimos después del programa, llegábamos a los pabellones y estaban llenos de gente, gente que llevaba pancartas, que llevaba tu nombre pintado en su cara. Es impresionante. Yo me siento igual que siempre, pero ves todo eso y te deja tocada. Tienes que tener cuidado de no perder el contacto con la realidad, de tener los pies sobre la tierra y de saber que tú has tenido la oportuinidad mediática, pero que en este país hay muchos bailarines y muy buenos. Nosotrostenemos la fama, pero somos unos bailarines más.

- ¿Cuánto hay de verdad y cuánto de espectáculo televisivo en Fama?

- La televisión busca audiencia antes que nada. Pero los bailarines son reales. Llegan al programa con la ilusión de convertirse en verdaderos bailarines.Yo creo que, en ese sentido, el programa transmite el esfuerzo que hay detrás y que no estamos acostumbrados a valorar. Transmite que no es llegar y ponerte a bailar, sino que son muchos años de estudios y de trabajo lo que hay que dedicar al baile. Luego está la parte del espectáculo televisivo. Pero el reality es muy respetuoso. No lo cuenta todo, ni mucho menos.

- ¿Cómo salió este cursillo intensivo en el barrio de Belaskoenea?

- Me llamaron para dar una master class en Pauso-K y la verdad es que estoy encantada. Disfruto muchísimo transmitiendo lo que he aprendido y mi pasión por el baile. La primera impresióncon los alumnos ha sido muy buena, porque se nota que tienen muchas ganas y mucha ilusión.

- El interés por la danza, aficionada y profesional, está creciendo, pero faltan escuelas y compañías. Muchos bailarines tienen que salir fuera para formarse y trabajar.

- Cada vez hay más gente que acude a una escuela de baile para liberarse de los problemas y evadirse o simplemente por el gusto de bailar. A nivel porfesional, el baile también se está creciendo muchísimo. Se dice que los mejores bailarines son españoles, porque tenemos pasión y sentimos mucho la danza. Pero todavía nos falta mucho camino por recorrer. Si de pequeño dices en casa que quieres dedicarte al baile, te siguen mirando con cara rara. Hay países que han alcanzado un nivel alto de conocimiento de la danza y sus diferentes estilos, pero ese no es nuestro caso. Aquí estamos empezando. La gente tiene que salir fuera para seguir fomándose. Luego, los que se han ido traen sus conocimientos a España. Se llegará, pero para eso tenemos que apostar por la cultura de la danza.

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